Ayer terminé el primer mesociclo de la fase específica de preparación de la Maratón de Castellón. Un mesociclo de tres semanas con un total de 196,9 kilómetros que han quedado repartidos de la siguiente manera:
- Semana 1: 66,2 kilómetros
- Semana 2: 68,5 kilómetros
- Semana 3: 62,2 kilómetros
La fase específica viene repleta de cambios. Ya me lo anunció Josep antes de que comenzase, justo la última semana de la fase base. Lo que no esperaba es que esos cambios me gustasen tanto. Las razones son obvias, pero pasaré a enumerarlas una por una, espero no dejarme ninguna:
- Se acabaron las semanas de carga, choque y recuperación. Ahora toda la planificación gira en torno a la sesión o sesiones de calidad de cada semana, siendo el resto rodajes normales o rodajes suaves de recuperación.
- Las sesiones de calidad son dinámicas. Esto quiere decir que hay un mínimo y un máximo a realizar. Si cuando se llega al mínimo, un@ se encuentra con fuerzas, continúa. Si no, simplemente, para el GPS, recoge los "trastos" y se va para casa. Así de fácil y así de sencillo, intensidad frente a volumen. Para ello el cuerpo tiene que haber llegado a un estado en el que diga que ya no puede más, con lo cuál las sesiones hay que sufrirlas, pero sin sufrimiento no hay recompensa. He de decir que además esto está resultando ser una ayuda extra para entrenar mi débil fuerza mental. Y puedo afirmar que, por el momento, estoy satisfecha con los resultados. De momento, he conseguido realizar completas todas las sesiones, no perfectas, porque no me suele salir así ningún entrenamiento, pero sí he conseguido llegar al máximo en todas las sesiones, y eso está siendo clave para reforzar el aspecto mental, tan importante en una prueba como éstas y a la vez tan difícil de entrenar.
- Existe también la posibilidad de decidir entre hacer un rodaje normal o un rodaje suave, cuando toca el primero, dependiendo de si notas las piernas frescas o más pesadas, con lo que estoy aprendiendo además a escuchar a mi cuerpo y a darle lo que me pida en ese momento: más o menos intenso de acuerdo a cómo me encuentre cada día. En este sentido también los rodajes son dinámicos, y a su vez, en el caso de los rodajes suaves, me sirven para recuperar de las duras sesiones de calidad semanales.
- En esta fase se vuelve a competir, a diferencia de la fase base en la que no realicé ninguna carrera, en cada uno de los mesociclos habrá como mínimo una. Y en este primero de la fase específica han caído dos: la IV Carrera Popular Villa de Ocaña, a la que dediqué mi anterior crónica en el blog, y la IV Carrera Popular Villa de Torrijos, disputada ayer mismo y de la que paso a hacer un pequeño resumen a continuación.
Josep me había dado la posibilidad de elegir entre una sesión de calidad de velocidad, o una carrera de distancia no superior a los 10K. Y como me gustan más las carreras que a los niños los caramelos, pues al final decidí inscribirme a una. Esta vez escogí correr el domingo por la mañana, en vez del sábado por la tarde, dado que yo llevo fatal el calor y prefiero correr con temperaturas más agradables, o sea, más fresquitas. Tenía dos opciones posibles para ese día, y al final me decanté por el 10K de Torrijos, puesto que estaría menos masificado que una carrera en Madrid capital, que era la otra opción.
Otra de las razones que me llevó a escoger esta carrera es que mi padre nació y creció allí, en Torrijos, y, aunque desde mucho antes de su fallecimiento, hace ya más de diez años, no había vuelto por allí, me pareció una excelente idea volver a correr, dado que sería como un pequeño guiño hacia su querido pueblo, ése que a él le gustaba tanto y que a todas horas tenía presente, pese a llevar años sin vivir allí.
Y por si acaso seguía teniendo dudas, el precio me sacó de la disyuntiva en un momento. Sólo me costó seis euros inscribirme, frente a los mínimo diez que suelen pedir por carreras similares en esta zona.
De la organización de la carrera poco o casi nada malo a destacar. Llama la atención ver como se vuelcan algunos pueblos en la organización de estos eventos. Había gente en todos y cada uno de los kilómetros de la carrera y eso siempre es de agradecer.
También me gustó el dorsal, el más bonito con el que he corrido hasta la fecha, puesto que iba totalmente personalizado, con nombre y apellidos incluidos.
El recorrido era a dos vueltas de aproximadamente 5 kilómetros cada una,y, aunque el perfil era bastante llano, fue casi lo peor, dado que había demasiado giro cerrado y a 180º, pero bueno, no se puede tener todo.
La salida fue a las 11, muy puntual, con algo de tapón los primeros metros, por la estrechez de las calles por las que discurría, pero como tampoco había muchos participantes, menos de 300, se me hizo fácil esquivar gente y coger en poco tiempo un buen ritmo.
Me llamó muchísimo la atención la cantidad de jueces que había durante el recorrido, nunca había visto tantos en ninguna popular, de hecho descalificaron a un chico porque su dorsal lo llevaba una chica.
También, destacar la cantidad de puntos de avituallamiento líquido que había durante la carrera: un total de cuatro, o sea que si alguien se deshidrató en la misma, desde luego que no fue por falta de agua.
Y lo mejor de todo fue vivir la experiencia de volver a correr "rápido" un 10K. Paré el crono en 45'46", aunque la carrera, según mi GPS medía 9,91 kilómetros, en vez de 10. Ritmo medio de la prueba: 4:37/km. Puede no parecer rápido, pero teniendo en cuenta que desde Diciembre del año pasado no corría un 10K por debajo de 4:40/km, y con el parón por la lesión de Abril de por medio, pues yo creo que es para estar más que satisfecha. La estrategia que seguí durante la misma fue la de guiarme por mis propias sensaciones. Lo cierto es que sólo miré el GPS para comprobar ppm e intentar no sobrepasar las 180 hasta la segunda mitad de la carrera, y lo cierto es que lo conseguí. Así que, aunque llegué a meta algo cansada del esfuerzo, me sentía muy satisfecha con la carrera que acababa de hacer.
La sorpresa final vino al recoger la bolsa del corredor. Camiseta técnica de Joma y buff conmemorativo de la prueba y todo ello en una práctica bolsa de tela, estilo mochila. Además daban fruta, cerveza y bebidas isotónicas para reponer fuerzas a todos los participantes de la misma. Y yo que creía que por seis euros que pagué al inscribirme, no darían gran cosa. Todo de sobresaliente, ya podrían aprender un poco en otros sitios. Sin duda, ésta será una de las habituales, dado que siempre que me sea posible, participaré en futuras ediciones.
Se me olvidaba decir que entré la décima de la general femenina y la octava de mi categoría, así que, esta vez, me quedé con las ganas de subir al cajón. Pero lo más importante es que volví a verme rápida y segura de mi misma a la hora de competir, y eso sí que hacía tiempo que no me pasaba. Me hubiese gustado tener un espectador de excepción durante la prueba, alguien que hubiera disfrutado y mucho viéndome entrar en meta, pero el destino es así de caprichoso. En vida, jamás hubiese imaginado verme participar en una carrera, ni mucho menos estar preparando una Maratón. Sin embargo, ayer sentí como en los momentos más duros, me empujaba y me animaba a seguir con fuerza. Y sé que, desde donde quiera que esté, se sintió muy orgulloso de que después de tantos años, su "niña" volviese a su pueblo a correr.
Así que con estas buenas sensaciones, y con toda la energía que tengo, y que espero no me falte durante toda la preparación, afronto el segundo mesociclo de la fase específica. A ver si es posible terminarlo, como mínimo, igual de satisfecha que el primero. A por ello...!!!